(imagen obtenida de https://principiodelfin2000.wordpress.com)
El Señor Jesús ordena a
Juan escribir un mensaje dirigido a su iglesia, es decir, a los primeros
cristianos que estaban agrupados en congregaciones claramente establecidas. La
iglesia del Señor estaba representada en ese entonces por siete iglesias principales:
Éfeso, Esmirna, Pérgamo, Tiatira, Sardis, Filadelfia y Laodicea; localizadas en
la provincia romana de Asia. Pero hay que resaltar que estas no eran las únicas
congragaciones que existían en esa época, ya que también se habían levantado
iglesias en Hierápolis, colosas, Tralles y Magnesia. Aunque el mensaje estaba
dirigido a la realidad vivida en aquellas siete iglesias, muchos estudiosos
plantean que también existe un contenido profético en esos mensajes, el cual se
puede adaptar a la iglesia del Señor en su conjunto.
Según el Dr. Evis L.
Carballosa el
contenido del libro de Apocalipsis en sentido general, va dirigido a todo
cristiano. Tanto el cristiano como individuo y la iglesia en su conjunto,
pueden recibir una bendición espiritual por el estudio y práctica del contenido
del libro. Así lo expreso Jesús: <<Bienaventurado el que lee y los que
oyen las palabras de esta profecía, y guardan las cosas en ella escrita, porque
el tiempo está cerca>> Apocalipsis 1.3. Por estas palabras podemos ver
que el mensaje del libro no se limita a los creyentes de las siete iglesia de
Asia, ni exclusivamente a los cristianos del Siglo I, sino que este mensaje
está dirigido a todos los que seguimos a Jesús y somos parte de su cuerpo, sin
distinción de tiempo y lugar.
El Rev. Kittim Silva
manifiesta que el mensaje del Señor en Apocalipsis tiene cuatro propósitos:
primero, eran para estas siete iglesias locales. Segundo, eran para todas las
iglesias y congregaciones en general. Tercero, dar plenitud de la historia del
desenvolvimiento de la iglesia, desde el pentecostés hasta el tiempo de fin.
Cuarto, eran para dar un mensaje individual y personal a cada pastor y creyente.
Si planteamos el hecho de que existe una visión historia y profética de la
iglesia del Señor a través del tiempo, desde sus inicios hasta el fin, entonces
podemos decir que la iglesia se divide de acuerdo a sus características en
siete grandes épocas o etapas.
El último tiempo, en el
cual vivimos actualmente, nos ubica de acuerdo a la visión dada a Juan, dentro
del periodo que comprende la iglesia de Laodicea. Las características que
presenta la iglesia de hoy en general, nos ubica perfectamente dentro de lo que
se describe en el mensaje enviado a la iglesia de Laodicea.
Este planteamiento lo hago basándome en la
interpretación de muchos estudiosos que opinan que los siete mensajes
representan siete grandes periodos en la historia de la iglesia. La carta dirigida
a la iglesia de Éfeso representa el periodo apostólico; la de Esmirna
representa el tiempo de las persecuciones; la de Pérgamo habla de la corrupción
de la iglesia; Tiatira simboliza el auge y supremacía del catolicismo, Sardis
representa la era de la reforma, Filadelfia describe el periodo de
énfasis misionero y evangelístico; y Laodicea representa el periodo de la
apostasía de la iglesia.
Es muy importante que prestemos atención al mensaje dirigido a la iglesia de Laodicea, ya que sus características son propias del tiempo en que vivimos, debemos ser diligentes, escuchar la represión del Señor, corregir nuestros desaciertos, no sea que la venida del Señor nos tome desprevenidos. Pronto estaré publicando gratuitamente un libro basado solo en el mensaje a la iglesia de Laodicea, por lo que recomiendo su lectura, ya que se tocaran muchos temas concernientes al cristianismo actual.
Mas libros sobre al autor: Aquí
Silva, Kittim. 1985. Apocalipsis, la revelación de Jesucristo. Libros CLIE. 368
Pág.
Evis L. Carballosa. Doctor en Filosofia y Letras, es autor de numerosas obras
basadas en el estudio de las profecías bíblicas.